Con el paso de los años cada uno de nosotros hemos vivido o escuchado algunas cosas. Nos han dicho que el paso de la vida a la muerte no es más que un trance, nos han dicho que la vida eterna es maravillosa. O cosas como que la vida es una gran alfombra que uno teje en la tierra pero que acá sólo se logra ver el revés, lleno de lanas y nudos, y al llegar al cielo recién se ve la alfombra terminada, es decir, lo que se bordo en esta vida. Pero sin duda dentro todo lo oído, lo más lindo y que probablemente es tan cierto como todo lo demás, es el pensar que Dios llama antes a aquellas personas que en tan corto plazo ya han sido capaces de cumplir su misión en la tierra, estos pequeños angelitos que Dios nos da la gracia de conocer y de admirar.
Y tu eres uno de esos mamita, un gran angelito. Siempre y hasta los últimos minutos con una sonrisa en la cara, encargada de unir y formar los lazos necesarios para una buena convivencia, fuiste una mujer entregada al mil por ciento a todas las personas que están a tu alrededor, la mejor amiga, mejor señora, mejor hija, mejor nuera y por sobretodo la mejor MAMÁ.
Para esta familia fuiste y seguirás siendo el gran pilar que nos mantendrá unidos para siempre. Todas las navidades que pasamos juntos nos dejaron una marca, tú mamá que con tanto esfuerzo y cariño nos preparabas una comida espectacular, con un carta para cada uno de nosotros, gracias por ser así nos hiciste ser las personas mas felices sobre esta tierra con tu forma de ser tan optimista.
Gracias mamá por tu entrega, la palabra mamá te queda chica, siempre preocupada de cada detalle, de que todo saliera bien, si estábamos de cumpleaños éste tenia que ser increíble, desde la comida hasta la decoración de la casa. Si necesitábamos algún libro para el colegio sabíamos que en la tarde el libro estaría en nuestro escritorio, y así paso con cada detalle, cada pena alegría o preocupación que tuviéramos tu tuviste la sabiduría para acercarte y darnos el mejor consejo o una simple palabra de aliento que nos daba la paz. Cada verano que tuvimos contigo, todo tan perfecto. Tenía que ser un lugar donde los niños lo pasaran bien, donde invitáramos amigos, una casa grande donde pudiéramos estar todos juntos, quince días inolvidables cada año. Eran solo quince días pero una dedicación de meses tuya para que todo saliera bien.
Simplemente no hay palabras o no hay forma de darte las gracias, fue mucho lo que diste mamita… fuiste un ángel en la tierra y seguirás siéndolo el cielo, un ángel sin rencores sin odio, sin mentiras. Un ángel de confianza para cada uno de nosotros, mamá y amiga, con una alegría radiante que fuiste capaz de traspasarnos. Con cada uno de nosotros nunca hiciste diferencias, si bien cada uno tenia un papel especial, tu mamita supiste entrar con nosotros por separado y crear situaciones y momentos que permanecerán para siempre en nuestros corazones.
Por eso este día mamita por mucho que la pena no la saque nadie, y sea difícil levantarse cada día sin tu sonrisa, sabemos que Dios tiene un lugar maravilloso preparado para ti, y que desde el cielo tu mirada va estar siempre presente dándonos la mano y acompañándonos en cada minuto de nuestras vidas, vas a ser como lo has sido siempre nuestro ángel de la guarda. Gracias mamita anda en paz porque te lo mereces, eres sin duda un gran ángel que bajo del cielo para hacerte madre de nosotros y hoy te toca partir para dejarnos volar solitos. Infinitas gracias por todo. Te queremos mucho... Tus hijos. HASTA SIEMPRE